El reglamento del Consejo Asesor de la Magistratura (CAM) no admite grises: el inciso “j” del artículo 11 prescribe que es atribución de los consejeros nombrar y remover a su personal, y que para el ingreso debe ser establecido un régimen específico de concursos de antecedentes y/u oposición. Sin embargo y a lo largo de sus cinco años de historia, el CAM sólo aplicó este sistema con parámetros objetivos para designar a la primera funcionaria, Sofía Nacul. Desde mayo de 2010, esta abogada se desempeña como secretaria del órgano encargado de organizar procesos públicos de antecedentes y oposición para cubrir vacantes judiciales.

En los cuatro años subsiguientes, el CAM nombró funcionarios y empleados en virtud de una designación directa. Esta práctica quedó expuesta por el caso de Fernando Ganami, y en ocasión de que el CAM decidiese regresar a la selección de personal por concursos, esta vez para llenar los despachos del secretario y del director de la Escuela Judicial. Ganami entró al órgano como asesor de la presidenta Claudia Sbdar; en junio de 2013 fue nombrado prosecretario interino por su jefa y los demás consejeros, y cuatro meses más tarde ingresó a la planta estable con el encargo de organizar la Escuela Judicial. Pasaron otros cuatro meses y el CAM decidió dar de baja esa afectación porque Ganami se había inscripto en los concursos de secretario y director académicos -ambos procesos están en el umbral de la etapa oral- (fuentes del órgano informaron que Ganami quedó a cargo de supervisar las obras edilicias que lleva adelante la institución).

En el ínterin y antes de la desafectación de la Escuela, Sbdar, y Alejandra Gils Carbó, procuradora general de la Nación, y Stella Maris Martínez, defensora general de la Nación, nombraron respectivamente a Ganami y a Diego Duquelsky Gómez como funcionarios de enlace entre las escuelas de sus respectivas instituciones mediante un convenio (aprobado por el Acuerdo 27/2014). Ello no fue óbice para que Duquelsky Gómez interviniese en el concurso de secretario de la Escuela del CAM con la calidad de jurado. Tanto Ganami como el evaluador dijeron que el convenio no había sido ejecutado y que, por ende, no habían tenido un trato que justificase una excusación.

Defensa

La divulgación del convenio que une al prosecretario y concursante Ganami con su evaluador dio pie a que los consejeros defendiesen las designaciones directas de personal y dijesen que estas eran fruto de una decisión consensuada. Esa declaración consta en el Acuerdo 135/14, que lleva la firma de Antonio Bustamante, Marcela Ruiz, Adriana Najar, Federico Romano Norri, Raúl Martínez Aráoz y Graciela Suárez (Sbdar no firmó porque está excusada respecto de Ganami). En la sesión de este lunes y fuera del temario oficial, el letrado Bustamante propuso implementar un sistema objetivo para seleccionar al personal, según el propio consejero confirmó ayer a este diario. La moción, que replica lo que establece el reglamento elaborado por los mismos consejeros, quedó a consideración de las autoridades.

El concurso de antecedentes incluso está previsto por ley para el caso de los asesores de los consejeros titulares. Estos colaboradores “de reconocida trayectoria”, según la Ley 8.197, en los hechos son nombrados por el “principio de elección basada en la confianza” que cada consejero aplica en función de su criterio, pese a que el Acuerdo 3/2010 le delegó la organización del concurso de antecedentes. Así y por ejemplo, el legislador provincial Federico Romano Norri (UCR), representante de la oposición en el CAM, tiene como asesor a su yerno, el abogado Miguel Pérez Supervielle (está casado con Florencia Romano Norri).

El mismo parlamentario firmó junto al legislador del FPV Regino Amado (vicepresidente del órgano en su carácter de representante de la mayoría parlamentaria), Bustamante y Sbdar, el Acuerdo 7/2013, que dispone el ingreso de los abogados Juan Pablo Sánchez y Alberto Christian Gómez Antoff, y del lego Carlos Antonio Carrillo. Gómez Antoff proviene del entorno de Romano Norri; Carrillo es colaborador de Amado y Sánchez fue el primer asesor del propio Bustamante.